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domingo, marzo 07, 2004

Gramática ferroviaria

Feíto el nombre, pero déjenme explicar. Fiesta de cumpleaños de 15 o casamiento, los invitados han ingerido alcohol a más no poder (en homenaje a Baco y para digerir el cascote que resultó la torta) y los parlantes invitan al carnaval carioca. Algún borrachín - coronado con un bonete, sacudiendo una matraca, soplando un pito - toma de la cintura a alguna borrachina tambaleante y la convierte en locomotora, el resto de la comparsa se les adosa y allí va el convoy, ondulando entre las mesas.

El símil literario es transparente: al sujeto-locomotora se le adosan verbos, modificadores, cláusulas, adverbios y se lo cubre de serpentinas y papel picado. ¿Alguna coma que permita recuperar el aliento? ¡No, dale pa' delante nomás! ¿Perdimos de vista la locomotora (el sujeto) en la neblina etílica? ¡Agarrate fuerte del que menos tambalee y dale que la cucaracha la cucaracha ya no puede caminar!

Ratzo (hablando del weblog perfecto, mirá vos), aporta un ejemplo de este tipo de gramática-trencito:

Además debe tener incorporado un sistema de trackback (una herramienta bastante efectiva para crear redes de contenidos como ya lo habia comentado en un post anterior) y un sistema de notificaciones a diferentes directorios que sea facil de utilizar y que no se tenga que tocar el código para nada.

El sujeto (tácito) de la oración es "un sistema de publicación de weblogs" (y ya que estamos, el título "Un weblog perfecto" es inexacto, debería haber sido "Un sistema de publicación perfecto"). De ese sujeto cuelgan dos cláusulas: a. debe tener un sistema de trackback y b. debe tener un sistema de notificaciones blá blá. Ratzo usa la conjunción "y" para unir ambas y evita repetir el "debe tener" la segunda vez. Hasta ahí todo bien. Frenemos por un segundo acá y analicemos el resultado:

"Un buen software de publicación de weblogs debe incorporar un sistema de trackback y un sistema de notificaciones a distintos directorios que sea fácil de usar".

Aún luego de podar alguna rama marchita (cambié el "debe tener incorporado" por "debe incorporar") el resultado no me deja del todo feliz... pero sigamos, que todavía falta lo me-, perdón, lo peor. Y lo peor es el segundo "y" de la oración, el que precede a que no se tenga que tocar el código para nada. El primer "y" se usó para colgar dos cláusulas del sujeto, y por eso el segundo "y" parece anunciar una tercera cláusula paralela (por ejemplo: "debe tener un sistema de comentarios") pero en vez de eso Ratzo expresa su deseo de no tener que tocar el código. Se produce entonces un breve instante de desconcierto, un "¿Uh, que pasó ahí?", un descarrilamiento.

Una exageración burda de esta técnica produciría algo así:

Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera y mansa y blanca y con la inflación que hay no se puede (como lo había comentado en un post anteriormente anterior) y ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan.

O sea, una especie de cruza entre James Joyce y Gaby, Fofó y Miliki.

Así van estos trenes gramaticales, esos expresos de medianoche que paran en todas, que enganchan vagones nuevos en cada estación, que chiflan sus silbatos y escupen sus volutas de humo espeso en la blogósfera y que nunca nunca nunca llegan a destino.

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Matemática difusa

Fabrizio Ferri Benedetti patina fiero con:

Creo que hay una relación negativa entre lo elaborado que está un post y el ratio de posteo (aunque hayan excepciones como AMQS o Dull Blog).

La frase dispara varios interrogantes:

1. ¿Qué significará relación negativa? ¿Habrá querido decir relación inversamente proporcional?

2. "Ratio" (razón, en castellano) significa "relación en número o grado entre dos cosas". ¿Cuál es la segunda cosa en "ratio de posteo"?

Y por último:

3. ¿Se dice "hayan excepciones"? ¿O "hay excepciones"?

El post completo está acá.

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